- Raciones: 5 Persona(s)
- Tiempo de Preparación: 45
- Tiempo de Cocinado: 30
- CalorÃas: 360
- Dificultad:
Fácil
Ver en Instagram
Antes de empezar con la receta de este delicioso bizcocho de chocolate blanco dejadme contaros unos pequeños apuntes.
La cocina es ciencia, pero la reposterÃa en concreto es ciencia elevada al cubo. Los márgenes de error son mucho más reducidos que en la cocina salada, por lo que, en caso de que no tengamos una mÃnima base teórica, lo mejor es limitarse a copiar las recetas de otras personas, y dejar la improvisación para más adelante.
El mundo de los bizcochos es vastÃsimo, pudiendo encontrar infinitas elaboraciones que tratan de obtener resultados similares para una misma receta.
Este bizcocho de chocolate blanco que os presentamos hoy tiene como base un bizcocho pesado, una preparación básica que puede servir a un amplio espectro de recetas que tienen como base, precisamente; el bizcocho pesado.
Se diferencia de los bizcochos ligeros porque en su composición incluye una grasa, en este caso mantequilla. Prescindir de ella significarÃa obtener una textura mucho más proclive a resecarse, viéndonos obligados a emborrachar el bizcocho o a realizar diferentes técnicas enfocadas la conservación de su textura.
Cómo hacer bizcocho de chocolate blanco
En este caso he decidido
integrar el chocolate en dos formas; la primera, dentro de la masa, y la segunda, en la cobertura. Como comprobarás a continuación, es una receta sencilla y económica, que además podrás preparar en un santiamén.
Por si fuera poco, te daré algunos
consejos para mejorar sustancialmente las bases de tus próximas invenciones reposteras.
No sólo vamos a aprender a elaborar este bizcocho en concreto, sino que también obtendremos nociones básicas de pastelerÃa.
¡Manos a la masa!
Ingredientes
Instrucciones
- Antes de nada, aclarar, que el orden de los factores en este caso sà altera el producto. Es preciso que seamos meticulosos a la hora de mezclar los ingredientes en el orden descrito.
- Pese a que las harinas que podemos encontrar actualmente en el mercado están lo suficientemente refinadas, nunca está de más tamizarlas, con el objetivo de obtener un polvo más fino, suave y homogéneo. Y es precisamente lo que vamos a hacer.
- La harina que hemos escogido para esta receta es la que comúnmente se suele vender como harina para reposterÃa, que se diferencia de la harina de fuerza o harina de todo uso por tener un porcentaje menor de proteÃna; siendo esta más blanca y fina.
- Con la ayuda de un cedazo o colador iremos tamizando la harina, la sal y la levadura en polvo, o también conocida como gasificante, e incluso como polvo de hornear. Lo haremos sobre un bol amplio que servirá posteriormente para mezclar toda la masa.
- No serÃa mala idea ir precalentando en este punto el horno, que pondremos a 180ºC con calor arriba y abajo. Importante tener en cuenta que emplearemos la rejilla en el proceso de horneado. ¡Nunca una bandeja, o correremos el riesgo de quemar la base del bizcocho!
- Llega el momento de fundir el chocolate, para lo que emplearemos la técnica del baño marÃa o, si queremos agilizar el proceso, nos valdremos del microondas. En un bol desmenuzaremos 180 g. de chocolate blanco, añadiremos los 80 ml. de leche y los 85 g. de mantequilla, e iremos integrando los ingredientes poco a poco, vigilando muy bien que no se quemen. Reservaremos un poco de la mezcla, en torno a 1/4 aproximadamente, para napar el bizcocho cuando esté cocido y frÃo.
- Continuaremos con los lÃquidos. Preferiblemente, emplearemos los huevos recién sacados de la nevera, dado que vamos a montar las claras con el azúcar. Este paso es recomendable pero no imprescindible, puesto que ya obtendremos un bizcocho lo suficientemente aireado gracias a la levadura quÃmica. Si carecéis de herramientas adecuadas, podéis saltaros el siguiente paso perfectamente, y proceder a mezclar los huevos tal cual, enteros.
- Separaremos las claras de las yemas, reservando las últimas para agregarlas posteriormente a la mezcla final. Batiremos las claras enérgicamente con unas varillas, tratando de meter todo el aire que nos sea posible, yendo de menos a más. Cuando empiecen a coger cuerpo iremos agregando muy poco a poco el azúcar, realizando movimientos envolventes. En el proceso también añadiremos una pizca de sal.
- Listas todas las mezclas, solo nos queda integrarlas, y como ya anticipábamos, se hará en el bol de los ingredientes secos. En primer lugar, agregaremos las claras batidas a punto de nieve, e iremos efectuando, al igual que para la inclusión del azúcar, movimiento envolventes, con el fin de evitar que la mezcla se baje demasiada. Es frecuente que, para minimizar esta posibilidad, se emplee cremor tártaro, una sal ácida que sirve para estabilizar mezclas. En nuestro caso nos valdrÃa con 1/4 de cucharita para obtener el efecto deseado.
- A continuación, añadiremos el extracto de vainilla, y luego, incorporando antes las yemas, la mezcla de chocolate, mantequilla y leche. Volviendo de nuevo a mezclar con la ayuda de una lengua, y moviendo de forma envolvente, procurando acaparar aire en la masa.
- Forraremos un molde de 30 cm. con papel sulfurizado, también conocido como papel de hornear, habiendo previamente barnizado con mantequilla todo el interior, para asegurar que las capas de papel se adhieran bien a la superficie. Iremos vertiendo toda la mezcla poco a poco. Asentaremos con unos pequeños golpes en el fondo, dejando caer el molde desde una altura prudencial.
- El horno ya deberÃa estar listo. Lo introduciremos, como ya advertÃamos, sobre la rejilla. Se antoja muy complicado dar una directriz certera sobre los tiempos, ya que dependerá de muchos factores, desde el alto del molde, pasando por el respeto a las proporciones indicadas, o incluso la harina empleada, y terminando, por supuesto, por el horno en cuestión. Como pauta general tomaremos 30 minutos como referencia.
- Haremos viajes constantes a la cocina para observar como va creciendo el bizcocho. A partir de los 30 minutos, y en caso de verse cocido en la parte superior, pincharemos con un palillo o cuchillo hasta el centro, comprobando si la superficie de estos sale manchada. En caso afirmativo volveremos a darle 5 minutos más. Si vemos que la parte superior se está cocinando demasiado, podremos cubrirla con un trozo de papel de aluminio.
- Cuando esté listo, los sacaremos y dejaremos enfriar sobre una rejilla. Desmoldaremos y cubriremos con la cobertura que apartamos. Espolvorearemos seguidamente el chocolate que también guardamos antes de ponerlo al baño marÃa.
- La mejor forma de conservarlo es cubrirlo a ras total, con papel film, y en la nevera. Si hay previsión de consumirlo muy rápidamente y las temperaturas no son excesivamente elevadas, podremos mantenerlo fuera.
- ¡A disfrutar del placer dulce de este increÃble bizcocho de chocolate blanco!
Otras recetas que te pueden gustar
Comentar esta receta