Los orejones de albaricoque son una delicia que ha conquistado a muchas personas a lo largo del tiempo, no solo por su sabor, sino también por sus propiedades nutricionales.
Estos frutos secos se obtienen al deshidratar los albaricoques frescos, lo que concentra sus nutrientes y les confiere una textura única.
Como muchos sabréis, aparte de una amante de la cocina, soy también dietista, así que en este artículo vamos a ver un poco de mis dos facetas y os voy a hablar de las propiedades, beneficios y contraindicaciones de los orejones de albaricoque, además de contaros un poco sobre su historia, curiosidades y cómo hacerlos en casa.
Historia de los albaricoques y de los orejones
Permitidme empezar por el principio, es decir, contaros brevemente la historia de esta fruta.
La historia de los albaricoques y sus orejones se remonta a miles de años atrás. Aunque su origen exacto es incierto, se cree que los albaricoques provienen de una región que abarca desde Armenia hasta el norte de China. Los albaricoques han sido cultivados en China desde hace más de 4.000 años, y algunas evidencias sugieren que su cultivo se extendió hacia el oeste a través de la Ruta de la Seda.
El proceso de deshidratación de los albaricoques para obtener orejones comenzó en la antigua China y Persia, donde las condiciones climáticas favorables, como el clima cálido y seco, permitían conservar y transportar fácilmente la fruta. A lo largo de la Ruta de la Seda, los albaricoques deshidratados y otros frutos secos se convirtieron en una fuente importante de nutrientes para los viajeros y comerciantes, ya que proporcionaban energía y sustento en sus largos viajes.
Con la expansión del Imperio Romano, el cultivo de albaricoques se extendió por Europa, y los orejones de albaricoque se convirtieron en un ingrediente común en la cocina mediterránea. Durante la Edad Media, los albaricoques y sus orejones se mencionan en recetas y escritos médicos, destacando su importancia tanto en la gastronomía como en la salud.
En el siglo XVIII, los albaricoques y sus orejones llegaron a América con los colonizadores europeos, especialmente en California, donde encontraron un clima favorable para su cultivo. Actualmente, California es uno de los principales productores de albaricoques a nivel mundial, junto con otros países como Turquía, Irán, España y otros países del Mediterráneo.
A lo largo de la historia, los orejones de albaricoque, es decir, los albaricoques deshidratados, han sido apreciados por su sabor dulce y su alto contenido de nutrientes, siendo una fuente importante de vitaminas, minerales y fibra en las dietas de diferentes culturas. Además, su fácil conservación y transporte los convirtieron en un alimento indispensable en las rutas comerciales y en momentos de escasez de alimentos frescos.
Hoy en día, los los albaricoques siguen siendo populares en todo el mundo. Son utilizados en una amplia variedad de recetas, desde platos salados hasta postres, y su versatilidad los convierte en un ingrediente apreciado en diversas cocinas y culturas.
Propiedades nutricionales de los orejones de albaricoque
Los orejones de albaricoque poseen un alto contenido de vitaminas y minerales esenciales para el organismo.
Son una excelente fuente de vitamina A (beta-caroteno), una vitamina liposoluble que es fundamental para mantener una buena visión, un sistema inmunológico saludable y una correcta función celular.
También son relativamente ricos en vitamina C, que es necesaria para el desarrollo y crecimiento adecuado de los tejidos, así como para la cicatrización de heridas y la producción de colágeno, aunque debes saber que en el proceso de secado se degrada bastante esta vistamina, por lo que los albaricoques frescos serán una mucho mejor opción si necesitas aumentar tu consumo de esta vitamina.
Además, los albaricoques deshidratados contienen minerales como el potasio, magnesio, hierro y calcio.
El potasio ayuda a regular el equilibrio de líquidos en el cuerpo y a mantener una presión arterial saludable, mientras que el magnesio contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso y muscular.
Por su parte, el hierro es esencial para la producción de glóbulos rojos y el transporte de oxígeno en el cuerpo, y el calcio es crucial para mantener huesos y dientes fuertes.
Beneficios de los orejones de albaricoque:
Mejora la digestión: El alto contenido en fibra ayuda a mejorar la digestión y a prevenir el estreñimiento.
Sensación de saciedad: La fibra presente en estos frutos secos contribuye a una sensación prolongada de saciedad, lo que puede ser útil en dietas para controlar el peso.
Protección antioxidante: Las vitaminas A y C presentes en los albaricoques combaten el daño celular provocado por los radicales libres, disminuyendo el riesgo de enfermedades crónicas, aunque si tomáis los albaricoques frescos este beneficio será mucho mayor.
Prevención y combate de la anemia ferropénica: Su contenido en hierro los convierte en un alimento útil para prevenir y combatir la anemia ferropénica.
Regulación del colesterol y azúcar en sangre: Puede resultar curioso viendo su alto nivel de azúcar, pero mientras no le añadamos nosotros no habrá ningún problema. Hay que tener en cuenta que debido a la fibra, tienen un índice glucémico medio o bajo y que existen estudios que relacionan el consumo habitual de fruta seca con se asocia con la prevención de enfermedades metabólicas como síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. En cualquier caso, es importante reseñar que no se debe abusar de ellas, y que en ningún caso debe sustituir la fruta fresca.
Contraindicaciones de los orejones de albaricoque:
Alergias: Las personas que padecen alergias a las frutas de hueso, como melocotones o cerezas, podrían experimentar reacciones alérgicas al consumirlos frescos o deshidratados, como es el caso.
Sulfuroso: Pueden contener sulfitos como conservantes, lo que puede causar reacciones adversas en personas sensibles a estos compuestos.
Consumo excesivo: Puede provocar malestar estomacal o diarrea debido a su alto contenido en fibra si se consumen en exceso.
Interacción con medicamentos: Pueden interactuar con ciertos medicamentos, como anticoagulantes o medicamentos para la diabetes, por lo que es importante consultar con un médico antes de incluirlos en la dieta.
Curiosidades:
Los albaricoques deshidratados se conocen como "orejones" debido a su forma, que recuerda a una oreja. Esta era obvia, ¿no?
En China, los albaricoques son símbolos de buena suerte, fertilidad y longevidad. Durante el Festival de Primavera o Año Nuevo chino, es común encontrar ramas de albaricoque en flor como decoración en hogares y lugares públicos, ya que se cree que traen buena fortuna y prosperidad en el año que comienza.
Los albaricoques son una de las frutas más nutritivas cuando se secan, ya que retienen la mayoría de sus nutrientes y aumentan la concentración de azúcares naturales, como veremos a continuación en sus valores nutricionales.
Valores nutricionales:
Por cada 100 gramos de orejones de albaricoque, aproximadamente se obtiene:
- 241 kcal
- 3,4 g de proteínas
- 0,5 g de grasas
- 62,6 g de carbohidratos (de los cuales 53,4 g son azúcares) !!
- 7,3 g de fibra
- 1.900 UI de vitamina A
- 1,0 mg de vitamina C
- 1,2 mg de hierro
- 116 mg de calcio
- 1.630 mg de potasio
Cómo hacer orejones de albaricoque en casa:
La verdad es que pensé merter este postre como una receta más, pero la verdad que es tan sencillo que he preferido hacer un artículo contando sus pros y contras. En cualquier caso os dejo los pasos de esta sencilla receta de orejones de albaricoque.
Recomiendo hacerlo en casa, porque además de sencillo, te permitirá disfrutar de un producto más natural y saludable que el comprado en tiendas.
Ingredientes:
- Albaricoques frescos y maduros
Instrucciones:
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Lava y seca los albaricoques: Asegúrate de que los albaricoques estén limpios y libres de suciedad antes de comenzar. Lávalos bajo agua fría y sécalos con un paño limpio o papel de cocina.
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Cortalos: Con un cuchillo afilado, cortalos por la mitad a lo largo y retira el hueso. Si lo prefieres, puedes cortarlos en rodajas más finas para que se deshidraten más rápido.
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Coloca los albaricoques en papel de horno o rejilla: Colocalos con el lado cortado hacia arriba en una bandeja para horno cubierta con papel de horno o en una rejilla de secado. Asegúrate de dejar espacio entre ellos para permitir una circulación de aire adecuada.
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Deshidratalos en el horno o deshidratadora: Si utilizas un horno, precaliéntalo a 60-70 °C (140-160 °F) y coloca la bandeja con los albaricoques en el centro. Deja la puerta del horno ligeramente abierta para permitir que escape la humedad. El tiempo de deshidratación en el horno puede variar entre 8 y 12 horas, dependiendo del tamaño y grosor de los amismos y la temperatura exacta del horno. Si utilizas una deshidratadora, sigue las instrucciones del fabricante para el tiempo y la temperatura adecuados.
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Verifica la deshidratación: Los orejones estarán listos cuando estén flexibles pero no pegajosos al tacto. Puedes probar uno para asegurarte de que estén secos pero aún tiernos.
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Almacenalos: Una vez que estén deshidratados, déjalos enfriar completamente y luego guárdalos en un recipiente hermético en un lugar fresco y seco. Consumirlos dentro de los 6 meses para disfrutar de su mejor sabor y textura.
Y listo. Ya veis que no tiene ninguna complicación hacerlos, salvo que lleva un buen tiempo deshidratarlos, y que tal como está el precio de la luz nos subirá un poco la factura.
Conclusión:
Los albaricoque secos son una opción deliciosa y saludable para incluir en nuestra dieta.
Con un alto contenido de vitaminas, minerales y fibra, estos frutos secos ofrecen numerosos beneficios para la salud, como mejorar la digestión, combatir la anemia ferropénica y regular los niveles de colesterol y azúcar en sangre.
Sin embargo, es importante tener en cuenta las contraindicaciones, como posibles alergias, interacciones con medicamentos y el consumo excesivo.
Su facilidad de conservación y transporte los convierte en una opción práctica y versátil, ya que pueden incorporarse en una variedad de recetas, como ensaladas, yogures, postres o simplemente disfrutarse como un snack saludable.
En resumen, los damascos deshidratados, que es como se conocen también en algunas regiones, son una adición valiosa a una dieta equilibrada, siempre y cuando se consuman con moderación y se preste atención a las contraindicaciones, además de no reemplazar el consumo de frutas frescas.
Y si no los habéis probado aún, no dejéis de hacerlo, porque están realmente deliciosos.
Espero que os haya resultado ameno y de utilidad este artículo, y si así ha sido no dudes en seguirme en Instagram para recibir las mejores recetas de postres, o visitar mi blog de recetas de la abuela si te gustan las recetas tradicionales.
Gracias por leerme.