- Raciones: 6 Persona(s)
- Tiempo de Preparación: 20
- Tiempo de Cocinado: 35
- CalorÃas: 320
- Dificultad:
Fácil
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Las trufas de chocolate son un dulce del que todos conservamos algún recuerdo, siempre vinculado a las fechas navideñas, aunque cuentan con presencia en otras festividades. A finales del siglo XIX, Louis Dofour, el maestro chocolatero afincado en Chambéry, Francia, sorprenderÃa al mundo con este minúsculo bocado cargado de un sabor arrollador. Como tantas otras veces ocurre, fruto de la escasez, el ingenio se desborda, en este caso, mezclando crema, cacao y vainilla.
Agarró la crema, removiéndola al mismo tiempo que añadÃa el cacao amargo y la vainilla, dando como resultado una especie de ganache. Ante la falta de recursos, con sus propias manos boleo la crema, espolvoreándola con más cacao amargo, para finalmente refrigerarla. El resultado fue tan inesperado como fascinante, causando sensación entre el público francés, que llegarÃa a apodarlas como las trufas de Périgord, una región boscosa donde abundan las auténticas trufas negras.
Evidentemente, más allá del parecido razonable en cuanto a forma que podemos inteligir entre ambas, nada tienen que ver en su sabor o aroma. Eso sÃ, esta comparación, sin pretenderlo, jugó una gran baza a la hora de publicitar el dulce, copando desde entonces los escaparates de las pastelerÃas. Pese a que por motivos obvios actualmente podemos disfrutar de las trufas de chocolate durante todo el año, hasta hace poco solo se encontraban desde octubre a febrero.
En apariencia resultan tremendamente sofisticadas, sin embargo, elaborarla en casa no nos llevará más de media hora, bastando unos pocos ingredientes fáciles de encontrar en cualquier supermercado. Económicas, sencillas y siempre apetecibles, las trufas de chocolate encierran en su interior toda la magia del chocolate, devolviéndonos irremediablemente a la niñez. Prepárate para maravillar a tu familia y amigos estas navidades con un imprescindible de la reposterÃa
Ingredientes
Instrucciones
- Verteremos la nata en un cazo, poniéndola a hervir a fuego medio, tras lo cual incorporaremos el chocolate picado, escaldándolo 3 minutos fuera del fuego hasta que logre fundirse por completo. Recomiendo el clásico chocolate negro de Nestlé para postres, ya que un chocolate con leche, junto a la nata, darÃa como resultado una trufa carente de ese toque amargo que las caracteriza.
- De todos modos, esta combinación puede sustituirse perfectamente por una pasta de chocolate y avellanas, la clásica Nutella que suele entusiasmar a los niños. Mezclaremos con una varilla para conseguir integrarlo todo, añadiendo a continuación la mantequilla frÃa en dados, seguida del coñac. Asimismo, el coñac puede sustituirse por cualquier otra clase de aguardiente o licor.
- Incluso, podrÃamos prescindir del si no quisiéramos esa nota ligeramente alcohólica de fondo. Nunca me cansaré de repetir, que a mayor calidad de materia prima, especialmente en recetas como esta donde la técnica está al servicio de los ingredientes, y no al revés, tanto mejor será el resultado final. Traspasaremos la crema a un bol, tapándolo al ras con film para evitar la costra.
- Refrigeraremos al menos 2 horas, tiempo aproximado que variará en función del frigorÃfico, la época del año y, por supuesto, la cantidad. Si quisiéramos agilizar el enfriado, solo tendrÃamos que extenderla formando una capa no demasiado gruesa. Una tenga cuerpo suficiente, formaremos bolas irregulares de aproximadamente 15 g, ayúdanos de dos cucharillas o sacabolas.
- Debemos procurar no manosearlas demasiado, ya que de otro modo comenzarÃan a derretirse. Iremos pasando las trufas una a una por el cacao en polvo, procurando que queden completamente cubiertas sin acumular demasiado, sacudiéndolas con suavidad para que tiren el exceso. Serviremos a temperatura ambiente, refrigerando aquellas que no vayan a consumirse.
- Tomando la receta base, es posible sustituir el chocolate negro por uno blanco o, incluso, agregarla otros deliciosos sabores, por ejemplo, cÃtricos. Del mismo modo, no tenemos que limitarnos necesariamente a cubrirlas con cacao en polvo, existiendo otras opciones como el coco rallado, los frutos secos picados o estos fideos de azúcar de colores con motivos tan festivos.
- Con el fin de conservarlas de la manera más óptima, en caso de que no sea invierno, las refrigeramos debidamente tapadas dentro de un tupper, preferiblemente de cristal. Dado que no incluye huevo en su composición, pueden almacenarse durante bastantes dÃas conservando sus cualidades organolépticas. Convenientemente presentadas en una cápsula, son un regalo ideal.
- ¡Qué aproveche!
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