- Raciones: 12 Persona(s)
- Tiempo de Preparación: 10
- Tiempo de Cocinado: 25
- CalorÃas: 220
- Dificultad:
Fácil
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La cultura anglosajona, actualmente hegemónica en occidente, ha conseguido instaurar la idea de que las tortitas pertenecen inequÃvocamente a los desayunos americanos, pero nada más lejos de la realidad. Esta asociación viene dada sobre todo por la inabarcable cantidad de información que recibimos de ellos a través del cine y la televisión, sin embargo, las tortitas encuentran su primer antecesor entre el siglo IV y V, mucho antes de que siquiera Estados Unidos fuera una nación.
Antiguamente, la Iglesia no solamente tenÃa vetados en Cuaresma los productos cárnicos, sino también los procedentes de los animales, como la manteca, la leche o los huevos. Ante la prohibición, los hombres temerosos de Dios agudizaron el ingenio, dando forma a una masa hecha con harina y agua, y estirada finamente sobre una piedra muy caliente donde se cocÃa. Siglos más tarde se abrió la veda a la inclusión de productos de procedencia animal.
Los habitantes de aldeas y moradores de monasterios en la Edad Media el primer martes de Cuaresma preparaban ingentes cantidades de tortitas para compartir en comunidad. Las sobrantes se racionaban para los siguientes cuarenta dÃas de abstención, ya que por sus ingredientes conseguÃan conservarse durante bastante tiempo. Todos los usos y costumbres cristianos dejaron un poso imborrable en todo occidente, sobre todo gastronómico.
Tanto es asÃ, que las tortitas sin levadura se extendieron por los principales paÃses europeos, adoptando diferentes matices. Por ejemplo, los crepes franceses o, incluso, los belgas, no son más que una adecuación cultural y coyuntural de los primeros pancakes, no obstante, la acepción comúnmente aceptada se refiere a las tortitas sin levadura americanas. Se trata de un desayuno o merienda muy versátil, pues se parte de una masa neutra que puede aderezarse a placer.
Ingredientes
Instrucciones
- Nada mejor para saciar el apetito matutino que unas deliciosas tortitas sin levadura. Todo buen desayuno tiene que cumplir una serie de premisas básicas, entre ellas la sencillez y rapidez, cosa que las tortitas cumplen con creces. En un bol batiremos el huevo junto a la leche entera y una pizca de sal. Espumaremos los huevos para conseguir una textura aireada, etérea, muy esponjosa.
- Seguidamente, agregaremos la harina poco a poco, pasándola previamente por un tamiz fino, por ejemplo, un simple colador de cocina. Al mismo tiempo, con la otra mano menearemos la varilla integrando la harina, vigilando que no se formen grumos. Cuando esté totalmente disuelta, dejaremos reposar al menos 20 minutos dentro de un biberón de cocina o jarra.
- En caso de emplear una jarra, preferiblemente que disponga de tapa o, en su defecto, le colocaremos un poco de film transparente. Transcurrido el tiempo, sacaremos la masa de la nevera, y entre tanto, dispondremos una sartén antiadherente o crepera al fuego, calentándola al máximo con una ligera pátina de tocino, mantequilla o cualquier otra grasa de nuestro agrado.
- Es vital para esta receta contar con una sartén que no se pegue, o el resultado distará mucho del esperado. Asimismo, que la sartén coja temperatura antes de entrar en contacto con la masa lÃquida, dificultará que se agarre al fondo. Verteremos una pequeña porción de masa en la sartén, buscando cierta altura y no demasiado perÃmetro, dado que no hablamos de unos crepes.
- Lo más sencillo es adquirir una sartén ya compartimentada, lo que nos ofrecerá, además de la posibilidad realizar varias tortitas a la vez, estandarizarlas en altura y circunferencia. Cocinaremos un minuto aproximadamente por cada lado, procurando que queden ligeramente doradas y cuajadas en el centro. Volveremos a repetir el proceso engrasando la sartén nuevamente.
- Estaremos muy pendientes en todo el momento del fuego, manteniendo una alta temperatura en la sartén, sin que esta caiga o se eleve demasiado. Nos ayudaremos de una lengua o espátula para darles la vuelta si no nos atrevemos con el clásico golpe de muñeca para voltearlas en el aire. Ten presente que con estas proporciones salen alrededor de 12 tortitas.
- Como sugerencia de presentación, te proponemos acompañarlas al gusto, ya sea con un poco de miel, mermelada, fruta fresca, siropes variados, jarabe de arce, nata o sencillamente un poco de cacao en polvo o azúcar glas. Hemos decidido prescindir del azúcar en la masa, aunque podrÃamos incorporar 50 gramos de azúcar blanquilla y restarle esa cantidad a la harina.
- Recuerda que estas tortitas admiten rellenos salados, se me ocurre, por ejemplo, un delicioso paté de aceitunas o un poco de jamón cocido y queso, como si de un sándwich mixto se tratase. Yendo un paso más allá, estas tortitas pueden constituir un desayuno perfectamente saludable, sustituyendo la harina de trigo por harina de avena, espelta, trigo sarraceno o similares.
- ¡Qué aproveche!
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