Receta de tarta de piña sin horno

Tarta de piña sin horno

Tartas 9311 Última Actualización: 30/08/2023 Creado: 02/06/2022
Tarta de piña sin horno
  • Raciones: 4 Persona(s)
  • Tiempo de Preparación: 180
  • Tiempo de Cocinado: 20
  • Calorías: 250
  • Dificultad: Fácil


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Hoy os traigo una receta de tarta de piña sin horno que hará que os chupéis los dedos.

Llega el verano y apetecen postres refrescantes y ligeros, a poder ser con la presencia de fruta natural, y si esta es de origen tropical, mucho mejor, ya que aportan un toque extra de fructosa, lo que nos permitirá prescindir en buena medida del azúcar blanquilla.

Pese a que ambos azúcares posean estructuras moleculares similares, y metabólicamente se comporten igual, la fructosa tiene un poder endulzante mayor, lo que nos dará como resultado un balance nutricional mejor.

La tarta de piña es una receta propicia para estos tórridos meses de verano, siendo muy fácil de elaborar, con ingredientes básicos, y con un recuento de macronutrientes que no nos hará descuidar la línea.

Cómo hacer tarta de piña sin horno


Realmente no existe una receta canónica de tarta de piña, y lo más parecido que podemos encontrar, salvando las distancias, es la torta de piña venezolana o el pastel de piña de Taiwán. Debido a su extraordinaria rareza y fragilidad, la piña fue durante siglos un símbolo de lujo en Europa.

Existen muchas recetas en internet que preparan la tarta de piña sin horno partiendo de unos sobre gelificantes que llevan un saborizante de piña. La elección de este producto ultra procesado, se debe a una cuestión de practicidad.

La grenetina, también conocida como gelatina neutra en polvo, no parece llevarse muy bien con el zumo de piña natural.

Esto se debe a una enzima natural presente en la piña, la bromelina, que inhibe la acción gelificante de la grenetina. Sin embargo, aquí vamos a volatilizar esa encima.

Basta con calentar el zumo obtenido de la piña, o si se quiere, emplear alguna clase de zumo preparado, eso sí, que haya sido sometido a pasteurización.

Por tanto, además de la gelatina de piña natural, realizaremos una base de galleta con mantequilla avellanada.

¿Suena bien, verdad? Pues sabe aún mejor. ¡Y no te preocupes! La siguiente elaboración es la mar de sencilla, y como ya te he advertido; no necesitas horno.

Ingredientes

Instrucciones

  1. Como ya he explicado, la receta consta de dos partes bien diferenciadas, por un lado, la base, que está preparada con galleta y mantequilla, y por otro, la gelatina, amén de una serie de toppings en forma de fruta natural. Pero vamos por partes, lo primero de todo, será dar forma a la base. Emplearemos para nuestra tarta de piña un molde redondo de no más de 24 cm. de diámetro.
  2. En una reductora o cazuela pequeña ponemos la mantequilla junto al azúcar moreno. A fuego medio - bajo, iremos removiendo hasta integrar perfectamente ambos productos. Poco a poco, la mantequilla irá evaporando, al mismo tiempo que torna en un color tostado. Sabremos el punto, porque la mezcla empezará a desprender un agradable olor a fruto seco, concretamente a avellana. Finalmente, le daremos un toque de oriente medio con esa pizca de canela.
  3. Seguidamente, y con cuidado de vigilar adecuadamente el punto de la mantequilla, ya que en ningún querríamos que se quemase, agregáremos la galleta machacada. Aquí merece la pena hacer un inciso aclaratorio: El tipo de galleta que comercializa Fontaneda me parece ideal para postres, tanto por su sabor como por su grosor y consistencia (que conste que no me paga nada Fontaneda, jajaja).
  4. En cualquier caso, la galleta de toda la vida nos valdrá igual. Con una procesadora de alimentos, o en un mortero, iremos haciendo polvo las galletas. Como hemos dicho, las pondremos en la cazuela, removeremos, e inmediatamente sacaremos del fuego.
  5. Acomodaremos en la base de nuestro molde la galleta. Es aconsejable colocarla, al menos en la base, un trozo de papel de horno, así evitaremos que se pegue. Reservamos, puesto que es el momento de ponernos con la gelatina.
  6. Antes de nada, precisamos de cortar la piña. Realmente, el proceso de elaboración, comienza mucho antes, en el momento que vamos al supermercado o la frutería y seleccionamos la piña adecuada. Para conseguir una piña dulce y madura, podemos seguir algunos consejos. Lo primero que salta a la vista es el color, que deberá ser amarillento o virando hacia un color dorado. Al igual que haríamos con otras frutas, evita aquellas que se vean golpeadas. En cuanto a las hojas de su corona, especialmente las más concéntricas, deben oponer poca resistencia si tiramos de ella. Siguiendo estos sencillos pasos conseguiremos una piña digna de los mejores banquetes.
  7. Pelaremos la piña con un cuchillo de pan bien afilado. No debe quedar ni rastro de la cáscara en el cuerpo. Cortaremos alguna rodaja que apartaremos, para cuando presentemos la tarta, colocarla por encima. El resto de la piña la pasaremos por la procesadora de alimentos. Para ello la cortaremos en trozos muy pequeños, por supuesto, descartando el corazón, que es muy duro.
  8. Al mismo tiempo hidrataremos la gelatina en el agua, cuidando de que no se forme ningún grumo. A continuación, daremos un hervor al jugo de piña, que previamente habremos colado, mejor si para esto usamos una estameña o un filtro de café. Poco antes de que llegue al punto de ebullición, echaremos el azúcar. Es conveniente probar de antemano la piña, y en caso de que la veamos bastante dulce, ajustar la cantidad de azúcar, e incluso, si lo deseamos, podríamos prescindir totalmente de el.
  9. Para destruir la bromelina debe hervir al menos 15 minutos. Retiraremos del fuego y añadiremos la gelatina, removiendo bien, hasta conseguir, como siempre decimos, la homogeneidad total, tanto en textura como en color, señal de que todo está bien integrado. Verteremos encima de la base de galleta, y refrigeraremos al menos 3 horas.
  10. Una vez haya gelificado, llega el momento de adornar nuestra tarta. Como siempre, os proponemos alguna sugerencia de presentación. En este caso, dispondremos los trozos de piña que habíamos reservado al principio, y colocaremos alguna guinda.
  11. Como habrás podido comprobar, la tarta de piña sin horno es muy rápida de elaborar, y el resultado merece mucho la pena. Espero que la disfrutéis muchísimo, y si os gusta la piña no dejéis de echar un vistazo a la deliciosa receta de mousse de piña. Estoy segura que también os encantará,

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Autor Cristina Cristina

¡Hola! Mi nombre es Cristina, soy cordobesa y además de diseñadora me encanta la cocina. ¡Espero que disfrutes haciendo mis recetas tanto como yo!


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